viernes, 25 de enero de 2013

Ni blanco ni negro


La escritora nigeriana Chimamanda Adichie ha sacado a relucir uno de los grandes problemas del periodismo, muchas veces enterrado u olvidado. Ella habla sobre el peligro de una sola historia, es decir, sobre el peligro de no contrastar las noticias y dar hechos aislados sobre un lugar que bien puede ser una ciudad, un país o un continente, porque así se crea una imagen que bien puede no coincidir con la totalidad de los habitantes de cualquiera de estos lugares. Además puede crear sentimientos de rechazo en la población que vemos noticias de esta índole, como puede ser la visión que actualmente tenemos de los países del sur.

Sin embargo, y aunque considero que este es un gran problema, creo que incluso en nuestro país -que se considera desarrollado- ocurre este tipo de cosas. Me voy a referir a un tema que en muchas ocasiones levanta ampollas y discusiones. No es otro que la religión, y más concretamente la Iglesia católica. 

En nuestros días la Iglesia aparece mayormente con un carácter negativo, como algo escondido que pretende dar una cara benevolente pero de donde salen las peores noticias. Véase por ejemplo los sacerdotes pederastas, el impago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o más reciente, la polémica sobre el buey y la mula en el belén. Normalmente es una información que se suelta en los medios y no da lugar a contrastes aunque sí a opiniones y respuestas por parte de varios frentes. 

Se suele tener en cuenta la postura de los ciudadanos de a pie, son numerosas las piezas de vídeo en las que el periodista pregunta por las calles que les parece tal o cual cosa que ha dicho el Papa o que ha hecho la Iglesia, sin informar primero y lanzando una pregunta tendenciosa. También cuentan con mucha relevancia los personajes políticos, normalmente de izquierdas.

Así pues, tenemos un ejemplo claro de una sola historia. Porque precisamente lo más escandaloso y malo es lo que más llama la atención y normalmente si los medios no nos ofrecen un contraste, el lector/tele-espectador/oyente -no siempre claro- no va a contrastar. La imagen que hoy día hay de la religión es sin duda negativa. Y ya no me refiero solo a los católicos, considero que esta imagen se extrapola a todas las demás religiones. 

Pero no podemos pasar por alto que en España las noticias son mayormente dirigidas Iglesia católica. Por ello poca gente conoce que el Régimen Fiscal al que se atiene la Iglesia en cuanto al pago de impuestos es el mismo del que gozan Fundaciones, Asociaciones de utilidad Pública, ONG´s de ayuda al desarrollo y Federaciones Deportivas, entre otros, así como el resto de confesiones religiosas, y entidades no lucrativas como bien explica en este artículo Fernando Giménez Barriocanal. 

Tampoco se toma en cuenta que los religiosos pederastas suponen apenas el 1% del total de ellos, sin restar por ello gravedad al asunto, pues en ningún caso es mi intención justificarlos. Pero es cierto que estas noticias ocultan la labor de miles de misioneros que cada día dan su vida ayudando a los más desfavorecidos o la gran actividad que lleva a cabo la Iglesia con Cáritas diocesana donde se ofrece ayuda de todo tipo sin discriminación y se apoya sobretodo a la gente que peor lo está pasando por la crisis y todo ello sin ánimo de lucro pues se financia casi en tu totalidad con las donaciones que recibe. 

Y mucho menos se dice que la Iglesia ha pedido perdón cuando así lo ha considerado, como fue el caso del beato Juan Pablo II que pidió perdón por hechos como la Inquisición y que se explica en este artículo

Así pues, debemos aprender a evitar la única historia, es necesario contrastar siempre que sea posible ya que, de alguna forma, los avances en periodismo han supuesto que un trabajador tenga que redactar más de dos y más de tres noticias al día, situación que deja muy poco margen para el contraste. 


 

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